De forma general,
los saludos en español no están condicionados por la edad o el estrato social de
la persona que lo da o lo recibe. Hay, por supuesto, saludos de uso restringido,
por ejemplo juvenil o escolar, que son incorrectos dirigidos a personas con
cierto grado de autoridad. A un maestro no se le dice: “qué tranza”, “quiubo”,
“qué onda”; pero a un maestro, a nuestros padres, a un jefe o a los amigos les
podemos decir, sin ningún problema: “hola”, “buenos días”, “qué tal”, “hasta
pronto” o “hasta luego”.
En la lengua rumana
no sucede lo mismo. Cada uno de los saludos que forman parte del habla general
corresponde a un cierto tipo de relación interpersonal o a determinada persona
a la que se dirige. Por ejemplo, “ciao” se usa sólo cuando se ha conseguido
familiaridad en el trato entre dos personas; es como una fórmula de tratamiento.
Al igual que se suele hacer la pregunta: “¿podemos hablarnos de tú?” entre dos
personas que de inicio se hablaban de usted, se puede preguntar si ya es
posible decirse “ciao” -que se usa
para el encuentro y para la despedida- y así poder dejar de lado los formales “buna
ziua” (buenos días) y “la revedere” (adiós).
A las personas de
menor edad y a los niños se les suele saludar con fórmulas familiares (“ciao”,
por ejemplo), pero los niños y los jóvenes han de saludar a sus mayores de
manera formal, con “buna ziua” y “la revedere”. Existe un saludo que es
dirigido sobre todo a las mujeres: “sărut-mâna”, que sería algo parecido a “le beso la
mano”. Los niños rumanos deben saludar y despedirse así de todas las señoras y señoritas, y los hombres suelen
hacerlo también con aquellas a las que les hablan de usted. Las mujeres suelen
usar este saludo con sus congéneres de edad evidentemente mayor. He visto el caso de señoritas a las que los
hombres mayores las saludaban con “ciao” y una vez casadas ya son recibidas con
el “sărut-mâna”.
Si a una persona
con la que no hay confianza se le saluda con “ciao” se comete una falta de
cortesía; incluso hay quien lo puede considerar una falta de respeto grave.
También puede causar perplejidad si, por el contrario, a alguien con quien ya se
ha establecido cierta confianza, se le despide con “la revedere”.
Como se puede
observar, los saludos en la lengua rumana general tienen que ver con formal y lo familiar, como en casi todas las
lenguas, pero también con las formas de tratamiento, lo reverencial y lo genérico.
A continuación presento
esquemáticamente los saludos rumanos y sus contextos:
SALUDOS FORMALES
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encuentro
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despedida
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Al despertar
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Buna
dimineața (con la gente de la calle sólo se dice hasta las diez de la mañana)
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La
revedere
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Con sol
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Buna ziua
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La
revedere
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Sin sol
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Buna seara
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La
revedere
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Para irse a dormir
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Noapte
buna
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SALUDOS FAMILIARES
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encuentro
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despedida
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Mucha
confianza
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ciao,
servus, salut
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ciao,
servus, te pup, pa (se puede repetir: “pa, pa”)
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Confianza
media
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buna,
sanatate, noroc
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sanatate,
noroc
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SALUDOS DE RESPETO
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encuentro
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despedida
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A mujeres
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sarut
mana
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sărut-mâna, la revedere
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Sin confianza, situación formal
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buna
ziua, buna seara,
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la
revedere
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